lunes, 8 de agosto de 2011

Farewell, farewell!




Pues sí, adios al triatlón (y duatlón)!

El 7 de agosto ha sido mi último triatlón como triatleta federado. No descarto volver a Pamplona los veranos que no esté todavía de vacaciones por esas fechas, pero será con licencia de 1 día , si siguen manteniendo los navarricos esta posibilidad.

2h34'37'', discretito para lo bien que me salió el año pasado. Sin las Cosmic Carbone y sin casi entrenos de calidad en la bici, este segmento se me resintió mucho (1h19' frente a 1h16' el año pasado). Para lo poco que estoy nadando este año no lo hice muy mal en el río Arga (28' frente a 26' el año pasado) y corriendo regular (casi 42'), sobre todo teniendo en cuenta que tampoco he hecho casi series este verano.

Dejo el triatlón con la sensación de haber aprendido mucho en estos 5 años. He aprendido a nadar decentemente (aunque sigo sin dar casi patada). También he conocido el ciclismo de potencia y de fuerza, que para mí era algo desconocido en mi época de cicloturista. Y como atleta he crecido, aunque seguramente menos de lo que lo habría hecho si me hubiese dedicado sólo a ello.

Ahora llega una época, a punto de cumplir los 40 años, en la que el deporte espero que pase a ser un complmento a un tipo de vida más centrado en otros temas (como por ejemplo el crecimiento espiritual, que me ha llamado mucho la atención en los últimos meses). Cicloturismo en invierno y primavera, y correr en otoño con pequeños objetivos competitivos (10 km, media maratón), aunque sin obsesionarme con la mejora en marcas y tratando más bien de disfrutar del momento.

Durante estos 5 años he conocido mucha gente a la que aprecio, sobre todo en el plano deportivo-competitivo. Creo que hay grandes personas en este deporte, pero también creo sinceramente que se van demasiadas energías vitales en este deporte tan exigente. Como dice la canción de los Byrds "hay un tiempo para cada cosa en la vida". Con 40 años creo que tocan otras cosas. Quizás con 30 se pueda estar más en esa guerra. No creo que sea malo, pero en este momento vital me veo fuera de lugar.
La competitividad excesiva y el carácter agónico del triatlón hacen que me rebele un poco contra ello. Aparte de no querer dedicar tanto tiempo a entrenar para ello también siento que la competición en sí se me hace muy agresiva, incluso desde el punto vista exclusivo de la salud.

Es una intuición muy personal, pero algo me dice que este deporte va a dejar una secuela de cardiopatías (arritimias, fibrosis cardíacas, valvulopatías....) en los próximos años, sobre todo en deportistas tardíos del triatlón. Hace unos meses ya leí alguna reseña de algún estudio médico que indicaba que se estaban identificando casos de arritmias en deportistas amateurs que se habían metido tardíamente en el mundo del triatlón. Y eso por no hablar de los casos extremos de la élite. Me vienen a la mente los casos relativamente recientes como el de Pilar Hidalgo (apunto de cascarla en el triatlón olímpico de Barcelona en octubre de 2009, previo tratamiento quirúrgico hace 5 años), Clemente Alonso (tuvo que hacer una parada de unos meses por alguna cardiopatía hace un par de temporadas, aunque ya está de vuelta triunfalmente) o el más reciente de Norman Stadler (doble ganador del Ironman de Hawaii), que se ha retirado este año a los 37 años tras operación de urgencia por un fallo cardíaco.

Espero que esa intuición no se haga realidad, pero ahí queda mi miedo, que de alguna forma también ha reforzado mi decisión de dejarlo.

Ahora comienza una nueva etapa que me ilusiona de la misma manera que en el 2006 atisbaba una aventura ilusionante en el triatlón que ha durado 5 años.

A lo dicho: Farewell, triathlon!!!

1 comentario:

  1. Un placer haber compartido en este último triatlón en Pamplona.
    Nos veremos seguro en alguna Ciclo, o carrera popular.
    Buenas reflexiones sobre el triatlón y el esfuerzo que implica.
    Suerte con la nueva etapa!!!

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